Visión básica general
Lo más desconocido de nosotros mismos. Aquello que negamos de nosotros o de lo que nos avergonzamos. Nuestra sombra. Nuestro potencial. Nuestro ser sin aceptar. Partes de nuestra verdadera naturaleza, nuestra creatividad, nuestra ambición, nuestra desinhibición. Lo que no contaríamos de nosotros mismos, lo que negamos y también nuestros tesoros.
La carta del Diablo en el Tarot de Marsella tiene una postura desafiante, incluso burlesca, capaz de ver con todos esos ojos por su cuerpo nuestros miedos y represiones. El Diablo se burla hasta de sí mismo al mirarse hacia dentro con sus ojos bizcos. Con su mano derecha parece que indica un saludo o una invitación a acercarte, como diciendo «aquí estoy, vamos a conocernos, ¿te atreves?».
Es la única carta del Tarot donde se muestra una figura desnuda mostrando su sexo, un ser que parece ser andrógino: hombre-mujer. EL Diablo nos muestra la rebeldía, lo prohibido, romper normas, destapa todo lo que hemos calificado como «malo» o perverso para enfrentarnos a este llamado lado oscuro de nosotros mismos para liberarnos de la cadenas y la propia esclavitud representadas por las figuras sumisas a sus pies. Hasta que seamos capaces de ver y dar luz a nuestra sombra, seremos esclavos de nosotros mismos.
En su aspecto negativo, podemos ver en una tirada de Tarot a una persona reprimida con miedos a expresarse libremente en muchos aspectos materiales y sexuales, sumisa y atada a sus hábitos y costumbres, incapaz de liberarse por sí misma. Por otro lado también se puede ver a una persona excesivamente materialista y libidinosa con afán de posesión y dominio.
El Diablo nos invita a dar Luz a nuestra parte «oscura» reprimida desde la infancia y enterrada generación tras generación y que reclama libertad de ser. Aquí se esconden grandes potenciales nuestros, grandes recursos mal enfocados y reprimidos y una enorme facultad de creación.
En el Tarot de Marsella hay muchas correspondencias entre las carta y es curioso poder comparar la carta número XV de El Diablo con la carta número V de El Papa. En este Universo de dualidades vemos como en el tarot también se refleja esta correspondencia. El Diablo es el Ángel Caído lleno de sabiduría, como muestra su cuerpo color azul, que nos invita a conocer todas aquellas partes de nosotros que consideramos como «malas» para darles Luz. El Papa es el representante Divino en la Tierra conectado con lo Santo que, con su guante azul, nos invita a elevar nuestro espíritu y potenciar y dar Luz a todo nuestro Ser. Ambas cartas tienen la misma misión: Conócete a tí mismo.
Para conocer mas a fondo muchos mas detalles y correspondencias entre las cartas del Tarot consulta con nosotros. El tarot nos puede ayudar y de manera muy eficaz en nuestro camino en la Vida.
.
.