Visión básica general
La luna te recuerda que aquello que ves ahí fuera son proyecciones de ti mismo. Que el mundo te enseña a que veas. Te habla de tu parte intuitiva, el inconsciente colectivo, la herencia genética, ancestros, tus miedos.
En la noche nos enfrentamos a nuestros miedos mas inconscientes y profundos. Como el cangrejo que emerge de las profundidades de las aguas que vemos en la carta de la Luna. Sin embargo estos miedos, al igual que el cangrejo que nos trae perlas en sus pinzas, son tesoros de nuestro inconsciente, verdadero potencial escondido y reprimido quizás en nuestra infancia o mas atrás, de nuestro antepasados.
En un sentido psicológico, La Luna nos enfrenta a nosotros mismos. El exterior es un reflejo de nuestro interior para que nos demos cuenta que tenemos que modificar y transformar.
En su aspecto negativo la carta de la La Luna implica engaños, malos entendimientos, riñas y peleas. Ver cosas que no son ciertas, dicen que de noche todos los gatos son pardos. La Luna te induce a una mala interpretación de la realidad, una visión lunática o distorsionada de las cosas.
Una meditación con el influjo de la carta de La Luna es liberadora ya que permite que afloren energías retenidas, miedos reprimidos y traumas estancados que nos encadenan al pasado y nos impiden tener libertad y ser felices. Agradecemos a La Luna su acción sanadora en el inconsciente. La Luna nos permite pasar de un estado interior cerrado a otro abierto y libre al liberarnos de todo aquello que estaba escondido.
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