Cuarzo Rosa
El cuarzo rosa vibra en amor. Una vibración femenina y delicada. Estimula el amor incondicional hacia uno mismo y nuestros semejantes. Fortalece la autoestima. Su energía ayuda a descubrir que la auténtica fuente de amor verdadero se encuentra dentro de nosotros mismos.
Asociada al chakra corazón. Extrae suavemente las vibraciones negativas (sin que apenas uno se dé cuenta) y las reemplaza por vibraciones amorosas.
El uso prolongado de este cristal nos ayudará a abrirnos a nuestra belleza y paz interior, de forma suave pero duradera, adquiriendo con ello más confianza en nosotros mismos.
En gemoterapia se utiliza mucho para cerrar heridas sentimentales y para mitigar el dolor por la pérdida o el alejamiento de los seres amados. Su vibración penetra allí donde han quedado registrados viejos agravios para disolver la carga emocional asociada e infundir consuelo y fortaleza. Las heridas emocionales pueden cicatrizar con el cuarzo rosa. Su acción es lenta y suave, pero duradera. Su sanación puede abarcar meses, incluso años dependiendo de la carga emocional almacenada en las heridas pasadas.
Beneficia a aquellas personas que no hayan aún experimentado la alegría de vivir por falta de auténtico amor o para los que en su más temprana infancia no recibieron todo aquel amor que merecían.
En el ámbito físico, el cuarzo rosa aumenta la fertilidad, sana los riñones y las glándulas adrenales. Mejora los vértigos, fortalece el corazón y el sistema circulatorio. Situado sobre la glándula timo, alivia los problemas de pecho y de los pulmones.
Los entendidos en gemoterapia dicen que si te entregas a las altas vibraciones amorosas del cuarzo rosa, el Universo te devolverá todo ese amor multiplicado por tres.